
Para comprender cómo las comunicaciones internas pueden aportar a un programa de cambio organizacional, hay que entender primero la naturaleza y dinámica de este mismo proceso de transformación y cómo él se lleva a cabo.
Durante el período de cambio las personas que trabajan en la organización vivencian en carne propia la denominada "Curva del cambio", que incluye desde sentimientos de inseguridad y temor hasta sensaciones de confianza y compromiso con la nueva realidad. La labor de las comunicaciones internas es hacer que el viaje de los empleados por esa curva sea lo más informada, cómoda y poco traumática posible. En otras palabras, la comunicación interna se pone al servicio de un único fin: la aceptación y compromiso con el cambio.
Siete consejos para comunicadores en un proceso de cambio
1. Diseñar y emitir mensajes siempre en forma simple y gradual (comunicar el cambio lo más claro posible y de a poco, nunca todo de una vez).
2. No delegar toda la responsabilidad de la comunicación interna del cambio a los gerentes o jefes (ellos también tienen la misión de conducir y comprometer a los empleados con el cambio).
3. Asegurarse de que se cuenta con el compromiso y respaldo de los directivos en la labor compleja de comunicar el cambio.
4. Entender y empatizar lo que realmente les ocurre a los empleados (emocional y psiquicamente) durante la curva del cambio.
5. Gestionar comunicativamente la resistencia al cambio (una reacción emocional natural y lógica).
6. No intentar cambiar los objetivos del negocio, simplemente porque los empleados se resisten al cambio (trabajar el porqué de la resistencia).
7. Diseñar une efectivo plan de comunicación interna del cambio y tratar siempre a las personas con respeto y comprensión.
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