
La comunicación siempre existe en la empresa (informal, formal, vertical, descendente, etc.), el punto es que para que genere valor es necesario planificarla y gestionarla en forma estratégica, de tal manera que favorezca tres variables fundamentales: el negocio, la cultura corporativa y el comportamiento de las personas. Estos últimos son los llamados ejes estratégicos de la comunicación Interna.
1. La comunicación interna debe servir al negocio, a través de la difusión de la visión y misión de la compañía (el "qué"). En este sentido, una de sus tareas fundamentales será la transmisión de la estrategia (objetivos, programas, proyectos y acciones), la que deberá ser canalizada ojala a todos los miembros de la empresa, a través de la palabra escrita (medios) y la palabra oral (reuniones, convenciones, desayunos, encuentros, etc.). Aquí es trascendental el rol de los diretivos y gerentes, ya que son ellos los que deben pensar y liderar la comunicación interna, motivando e involucrando a los mandos intermedios, para que éstos traspasen la estrategia a sus respectivos equipos de trabajo. Para ello, es ideal que tanto gerentes como jefes sean capacitados y entrenados en habilidades de comunicación interpesonal (escucha, empatía y emisión).
2. La comunicación interna, además, debe potenciar y animar la identidad cultural de la organización, es decir "cómo" la empresa logra alcanzar los objetivos. En este sentido, será muy importante difundir y tangibilizar los valores corporativos a través de campañas y estrategias mediales, como también por medio de actividades presenciales simbólicas (convenciones, fiestas, aniversarios, actos, reuniones especiales, etc.).
3. Por último, la comunicación interna debe promover y estimular, entre las personas que trabajan en la organización, todos aquellos comportamientos que tiendan hacia la integración, productividad, calidad y emprendimiento. Pero para que eso se cumpla es indispensable que la empresa ponga lo suyo, es decir ésta debe preocuparse de que cada empleado:
esté al tanto de su rol en la empresa (comunicación operativa), sea destacado cuando se lo merezca (comunicación de reconocimiento); disponga de espacios de participación como foros, blogs internos, eventos, concursos, etc. (comunicación participativa); trabaje en un clima grato y positivo (comunicación ambiental) , y tenga oportunidades de aprendizaje y conocimiento (comunicación de desarrollo).
Si esto se logra, lo más probable es que el trabajador se "sienta" parte de la empresa y realice su labor de una forma productiva, eficiente y hasta innovadora.
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